LADY DAY

    Aunque no te lo creas el paquete llegó a su hora. Nada extraordinario. El servicio de reparto solía ser excelente, aunque fuera comienzo de verano. El conductor se estacionó delante de la puerta del garaje, se bajó de la camioneta y abrió la puerta trasera. Yo me acerqué. Él esbozó una calida sonrisa y aunque me conocía de sobra me pidió que me identificara. Cotejó el nombre del destinatario con mi carnet y me entregó el sobre. Continue reading