ADIOS MAMÁ

    Querida mamá no estés triste. Sé que no estoy bien, porque cuando papá y tú habláis de mí se te saltan las lágrimas. Veo como os abrazáis y como papá te acaricia con toda su ternura. Yo, desde el suelo, os miro embelesado. Me gustaría algún día encontrar a una mujer como tú a la que pueda querer como papá te quiere a ti. Sé que me estoy poniendo muy pesadito, pero ya sabes los hijos únicos somos como los perros verdes, muy raros tan raros que somos dificilísimos de educar.Continue reading

UN COLIBRÍ ESPERA

    Una pareja de colibríes revoloteaban en el jardín y mordisqueaban los jazmines. Me miraste a los ojos y me dijiste: “alguna vez cuando me muera volveré para ser uno de ellos y poderte acompañar cada uno de tus días” y sonreíste. Sé que un día regresaremos y contemplaremos a los que habiten la casa. Ese día me dirás: “son tan jóvenes y se nos parecen. Verdad”.