Querida mamá no estés triste. Sé que no estoy bien, porque cuando papá y tú habláis de mí se te saltan las lágrimas. Veo como os abrazáis y como papá te acaricia con toda su ternura. Yo, desde el suelo, os miro embelesado. Me gustaría algún día encontrar a una mujer como tú a la que pueda querer como papá te quiere a ti. Sé que me estoy poniendo muy pesadito, pero ya sabes los hijos únicos somos como los perros verdes, muy raros tan raros que somos dificilísimos de educar.Continue reading
Archivos mensuales: septiembre 2016
UN COLIBRÍ ESPERA
Una pareja de colibríes revoloteaban en el jardín y mordisqueaban los jazmines. Me miraste a los ojos y me dijiste: “alguna vez cuando me muera volveré para ser uno de ellos y poderte acompañar cada uno de tus días” y sonreíste. Sé que un día regresaremos y contemplaremos a los que habiten la casa. Ese día me dirás: “son tan jóvenes y se nos parecen. Verdad”.