UN HOMBRE NO AL USO

                                                                                       A mi amigo José Antonio “C”

          Era ya tarde. Sólo deseaba llegar a casa, encender la calefacción y tomarme una copa de vino. Abrí la última botella que Félix me regaló antes de morir. Él siempre creyó que la vida no era eterna. Nunca dejó de disfrutarla ni un solo instante. Yo siempre le admiré y más cuando llegando a puerto desde la cabina del barco me saludaba. Parecía un héroe griego. Más de una vez me tocó esperarle en el muelle. Continue reading