LUNA DE FIERAS
Era tarde y las calles estaban casi vacías. Todo el mundo estaba resguardado en sus casas. La policía parada en las esquinas esperando a quien sacarle unos pesos. Era una noche de mayo. En el cielo lucía una enorme luna de fieras. Empezaba ya a hacer calor y el olor a carne asada invadía las calles. La gente celebraba en sus casas la quincena y el no tener que ir a trabajar. Les habían dado vacaciones por así decirlo. Habían cerrado todas las dependencias de Gobierno, las escuelas y las tiendas. Los niños recibían clases a través de videoconferencia. Era una noche rara. Los expendios cerrados y mirando de reojo a las chelas que aún quedaban en el frigorífico. Eran pocas y el compadre mínimo un six se echaba para matar el pinche calorón que le ahogaba cuando llegaba a la casa.Continue reading