VIVÍAN EN MI

    Sonó el timbre. La hora crucial había llegado. Por el pasillo corrían como locos los recién llegados de los primeros curso. Escondidos tras las escaleras, vimos como, el verdugo, salía de su despacho dispuesto a cercenar nuestras cabezas. Era una prueba sorpresa. Creo que era la represalia a nuestra imprudente forma de actuar. Ni cortos ni perezosos amarramos una rana en el asiento del profesor, cuando se sentó oímos su quejumbroso croar. Continue reading

DONDE NADA OCURRE

            Se hacía tarde y no había llamado. Era algo extraño en él. Tenía la costumbre de avisarme cuando se iba a retrasar. Algunos días después del trabajo se iba a tomar algo con sus compañeros. Siempre me decía lo mismo, vendré pronto, cuando pueda me escapo. La verdad es que solía tardar cuando se encontraba a gusto. Tenia la costumbre de echar la culpa a alguno de sus compañeros. El nunca quería, pero se le hacía feo decir que no.Continue reading

MORIRÁS CUANDO DIOS QUIERA

    Recuerdo una noche de fin de año, que regresé de trabajar muy cansada. No me apetecía ir a ninguna casa sola. Nunca me gustó dar pena. Así que decidí celebrar ese fin de año de una forma excepcional. Me miré en el espejo y me guiñé un ojo. Decidí que lo mejor sería abrir una de esas botellas de Don Perignon que me habían regalado por mi cumpleaños y, porque no, una lata de caviar beluga iraní. Esas fechas eran muy tristes para mí, hacía años un día como este me lo pasé velando a mi madre. Continue reading

NO ME ENSEÑASTE A VIVIR SIN TI

     Hace tiempo ya que no hablamos de nada. Sólo nos miramos y nos vemos como extraños. Hemos cambiado tanto desde hace seis meses que, a veces, pienso que ya no nos conocemos y eso que llevamos juntos más de veinte años. Sí, no me mires con esa carita que me destroza y me deja sin palabras. Sí, Julio, llevamos juntos desde que salimos de la facultad, no oficialmente tienes razón, pero sí de hecho. Salíamos como amigos sin derecho ni siquiera a roce. Continue reading

LAS CENIZAS DE DOÑA GENOVEVA

                                                                                               A mi hermano Jorge Román.

    – ¿Compadre qué le pasa? –inocente de mí pregunté. Noté que sus ojos reflejaban algo más que dudas. Era como un miedo interior que le hacía hasta sudar. Su frente brillaba más que sus ojos vidriosos por el alcohol. Era tal su hedor que si le acercaba una cerilla prendería como un tragafuegos. Le miré a los ojos y sentí que algo le carcomía en su interior, más que dolor era pavor. Su silencio se hacía eterno.Continue reading

VIDAS PARALELAS

– Hola chico guapo-

    Una voz muy conocida me saludo. No reconocí su cara. Tenía cierto parecido con una vieja amiga, aunque ahora lucía una melenita negra. Yo la recordaba con su larga melena rubia y con su cigarrillo entre los dedos. Era ella no cabía duda. La insoportable enfermera que durante algunos años destruyo mi vida. Continue reading

LLUEVE EN MÉXICO

    Hacia tiempo que quería ver la lluvia. Ésa que me recordaba el silencio de aquellas tardes que las pasaba mirando cómo las gotas de agua resbalaban sobre los cristales de mi ventana. Allí en mi viejo cuarto permanecen encerrados todos mis sueños. Apresados por los aborrecidos años que aún me hieren cuando los recuerdo. Aún permanecen en mí. Siento que desean alejarse. Se hicieron tan viejos como las destartaladas paredes. Continue reading

ADIOS MAMÁ

    Querida mamá no estés triste. Sé que no estoy bien, porque cuando papá y tú habláis de mí se te saltan las lágrimas. Veo como os abrazáis y como papá te acaricia con toda su ternura. Yo, desde el suelo, os miro embelesado. Me gustaría algún día encontrar a una mujer como tú a la que pueda querer como papá te quiere a ti. Sé que me estoy poniendo muy pesadito, pero ya sabes los hijos únicos somos como los perros verdes, muy raros tan raros que somos dificilísimos de educar.Continue reading

UN COLIBRÍ ESPERA

    Una pareja de colibríes revoloteaban en el jardín y mordisqueaban los jazmines. Me miraste a los ojos y me dijiste: “alguna vez cuando me muera volveré para ser uno de ellos y poderte acompañar cada uno de tus días” y sonreíste. Sé que un día regresaremos y contemplaremos a los que habiten la casa. Ese día me dirás: “son tan jóvenes y se nos parecen. Verdad”.

VERDAD DOCTORA QUE NO ME MORIRÉ

    Vamos a brindar por este buen año que está a punto de acabar. Hemos ganado 600.000 euros extras. Desde luego si seguimos a este ritmo vamos a hacernos de oro. La verdad es que me entra un poco de remordimiento. A veces me pregunto si será justo lo que hacemos. Ya sé que son enfermos terminales y que más pronto o más tarde van a morir, de eso no hay ninguna duda. Continue reading