Hola Mami.
Te escribo esta carta desde la cubeta donde el salvaje del médico me lanzó esta mañana cuando me sacó de la que era mi casa. Sé que no esperabas que llegara alguna vez a comunicarme contigo y menos tan rápido. A veces, aunque no te lo creas, los ángeles ayudan y hacen milagros. Lo primero que quiero decirte es que sólo me dio tiempo para verte de refilón pero me pareciste muy pero que muy guapa. No es porque seas mi mamá, que siempre lo serás mientras vivas. Aunque no te lo creas yo no te guardo ningún rencor, no soy quién para juzgar a nadie y menos a la que me llevaba en su vientre. Por ello yo siempre intentaré cuidarte no como un ángel, obviamente, ya que me lo pusiste difícil con tu decisión, pero sí como si fuera tu guardaespaldas estelar. ¡Qué ñoñería! ¡guardaespaldas estelar! Ya te gustaría que fuera Kevin Costner pero no creo que ni me parezca a él. Sé que tú no me consideras una persona y piensas que sólo soy un pedazo de carne en formación y no te lo discuto. Yo prefiero considerarme una persona interrupta ya que no me dejaste llegar a ser. Sólo recorrí una parte pequeña de mi camino. Puede que la brevedad fuera mi destino. La verdad que estuve muy feliz y a gusto el tiempo que permanecí dentro de ti. Tenía todo lo que precisaba amor, cariño y compañía. Aunque debo confesarte que había cosas que no me gustaron como era ese sabor amargo de la cerveza o ese humo que aspirabas, ya que me atontaba un poco, salvo eso ninguna queja más. No pongas esa cara de extrañeza, pellízcate o llama a mi papá para que te diga que estás despierta y todo esto que te sucede es real. No siempre tenemos esta oportunidad de podernos comunicar con nuestras mamás. Yo la verdad que no sabía que hacer y decidí ponerme en contacto contigo. No cierres los ojos, ni te tapes los oídos te dará igual me vas a seguir escuchando. Como ya te he dicho no te guardo ningún rencor sé que por algo lo hiciste, sé que algún motivo tendrías. Yo respeto tu decisión aunque como comprenderás no la puedo compartir. Ya está hecho y a lo echo pecho. Esto si que no tiene vuelta atrás, salvo que fuera la serie de dibujos animados que tanto te gusta “Padre de familia”. Por desgracia para mí no lo es. Sólo me gustaría pedirte una cosa que antes de quedarte embarazada otra vez, tomes los medios para que no te vuelva ocurrir. Es difícil cambiar, ya lo sé pero como diría la abuela: “debes procurar no ser tan ligera de cascos”, ella ya sé que dice otra cosa pero no la voy a repetir, me sonrojaría. Debes de pensar que las consecuencias no son una resaca o un escozor son más serías, es concebir a un ser humano. Por ello no te pediría que alterases tu forma de ser o de ver el mundo, cada uno tiene el suyo y cada uno debe ser libre para actuar según su conciencia. Tal vez para llevar la vida que deseas deberías plantearte tomar algunas medidas para no volverte a quedar embarazada, como sería ponerte alguno de los artilugios de los que hay o algo más drástico ligarte las trompas. Así te asegurarías de que ningún otro hermano mío acabase en la cubeta como yo. No te preocupes somos muchos, por desgracia, los que terminamos cada día en una bolsa de basura o vendidos a las empresas de cosméticos para elaborar esas cremas que luego sirven para tener mejor cutis y regenerar la piel.
Muchos somos “abandonados” cuando ya casi estamos a punto de nacer sé que existen leyes que regulan las semanas pero también existen “personas” que trabajan en clínicas que si les pagan no les importa nada. Sé de algunos que tenían más de siete meses y lo primero que hacían era inyectarles unas sustancias para matarles para luego extraerlos a trozos. Lo más salvaje es que utilizaban una maquina de moler carne para triturarlos. Así somos los seres racionales. Verás que he sido cortés y educado al decir “abandonados” en vez de asesinados. Creo que en ese mundo, en el que no me habéis dejado estar, existe una justicia y que la imparten unos señores que se llaman jueces. Aunque tengo la sensación de que la justicia no es ciega y siempre suele estar al lado de los que tienen grandes influencias. Como muestra un botón a mí me acaban de sacar del útero, ya estaba casi formado, mi corazón latía y con mis piernitas golpeaba tu vientre. A mi me han asesinado y mi pregunta es quién me defiende, persigue, detiene y juzga a quienes cometieron esa atrocidad y me arrebataron mi derecho a la vida.
He de confesarte mami que me cuesta entender a esa parte de la sociedad que grita y se manifiesta pidiendo justicia y solidaridad para las víctimas de las injusticias, pero que también son los primeros que piden el derecho a decidir si quieren parir o no y legitimar la eliminación de lo que llevan en sus entrañas. Creo que tienen el deseo de convertirse en dioses para poder decidir quién puede o no vivir. Eso me recuerda a tiempos pasados cuando un partido de ideología socialista nacional estableció leyes para eliminar a quienes tenían alguna malformación o unas capacidades diferentes o eran enfermos terminales. Ya sé que las izquierdas actuales, herederas intelectuales de los planteamientos ideológicos de los socialistas nacionalistas e internacionalistas, suelen utilizan el eufemismo interrupción voluntaria del embarazo pero, al final, son sólo palabras para encubrir el mayor holocausto del siglo XX y parte del XXI. Ya sé mami que tú eres burguesa y de izquierdas y no te explicas como yo puedo estar revindicando esta postura. Es lógico mami, yo soy el que me he quedado sin vida y duele ver como os desvivís por los niños que mueren en bombardeos en países lejanos o intentando llegar a Europa eso sí, sois tan retorcidos a veces, que distinguís para hacer vuestra defensa o condena si son musulmanes o cristianos. Hasta ese punto la semilla del odio florece en vuestros corazones. Me produce tristeza que hasta con los muertos hagáis distinciones.
La vida humana es un bien en extinción y no os ocupáis de protegerla. Tristemente os preocupáis más de salvaguardar a ciertas especies de animales y plantas que a miles de niños que son asesinados cada día en el mundo. Yo no puedo decir nada más, sólo sentir el abandono de esta sociedad tan hipócrita y deshumanizada que se niega a preservar a su propia especie. Yo que más puedo decir si a mi vida no la defendió ni mi madre. Tiene gracia verdad mami. Bueno te dejo no quiero quitarte más tiempo. Te deseo que seas muy feliz y ojala si alguna vez decides volver a ser mamá mi hermano pueda disfrutar y, lo que es más importante, sentir en tus abrazos tu calor. Te prometo que, sin ningún reproche, siempre permaneceré cerca de ti hasta que me necesites.
Besos y abrazos mami.