UN COLIBRÍ ESPERA

    Una pareja de colibríes revolotean en el jardín y mordisquean los jazmines. Me miraste a los ojos y me dijiste: “alguna vez cuando me muera volveré para ser uno de ellos. Así te acompañaré cada uno de tus días” y sonreíste. Sé que un día regresaremos y contemplaremos a los que habiten la casa. Me dirás: “son tan jóvenes y se nos parecen. Verdad”.